Con el inicial fraccionamiento de los terrenos que pertenecían a la Hacienda de los Morales se asentaron familias de clase media alta, que buscaban una alternativa para salir del cuadro inicial de la Ciudad de México.
Familias judías, libanesas y españolas acentuaron el ritmo comercial de la zona así como el desarrollo de grandes y extensas edificaciones, vislumbrándose un futuro prometedor en el sector inmobiliario.
Pero no sólo la zona propiamente tuvo auge, el siguiente cuadro colindante a Polanco –nombrado como Nuevo Polanco y constituido por las colonias Irrigación y Granada– adquirió un renombre particular al ser utilizado como parque industrial y convertirse en uno de los más productivos del país.
Nuevo Polanco albergaría entonces la construcción de las primeras plantas del sector automotriz, como la llantera General Tire en 1934, seguida de General Motors en 1937 y Chrysler en 1939.
Después de 40 años de operación General Tire cerraría sus puertas a mediados de los años setentas y, hoy por hoy es la que brinda el antecedente más próximo a un moderno y revolucionario complejo inmobiliario, Plaza Carso.
La megaconstrucción de Plaza Carso surge bajo la iniciativa del Ing. Carlos Slim y Ricardo Legorreta para desarrollar un proyecto totalmente sustentable, con la premisa de generar bienestar para la sociedad construyendo en un mismo lugar áreas culturales, comerciales, de entretenimiento y servicios varios.